-La hermosa Graciela visito México y no quería irse sin probar los deliciosos tacos de cabeza de borrego, por lo que uno de sus amigos en la Ciudad de México se la llevo a un puesto que se encontraba en la calle para que pudiera deleitar su paladar.
-Así que no lo pensó dos veces la hermosa Graciela y se pidió como buen Mexicano su orden de cinco taquitos con su verdura, bastante salsa tal y como se lo recomendaron sus amigos.